Durante los 80’s y 90’s la proliferación de antenas parabólicas era visto como un articulo de lujo, al menos esa es la creencia que tenia para esa edad, sin embargo llegan las cableras y se hizo mucho mas económico.
Como en 4 ó 5 oportunidades nos suscribimos a Supercable desde esa primera vez en 1997, diversas razones nos llevaron a desistir del servicio pero algo que no presté atención; era su hoja de contrato, no era un simple membrete con logotipo, era una factura preforma con llenado de datos manual – donde te limitabas a firmar sin leer mucho, para acelerar el proceso. Una época, que hasta 2017 aún se podía ver papelería destinada a contratos y facturaciones ful color, hasta las hojas eran de color.
Las tipografías en uso: sans-serif, por supuesto para una lectura y legibilidad adecuada, ademas el logotipo inconfundible, el servicio ya era otra cosa.🤣