Luego de llegar a Barcelona debía hacer todo un procedimiento para obtener el documento de identificación (DNI) – esto llevó en su protocolo 3 meses normales, algo aceptable, mientras quería algún papel con el que me sintiera parte de esa ciudad, como para ir adaptándome a un rutina inexistente.
Por tanto, como iba muchísimo a la biblioteca y quería sacar uno que otro libro; el único requisito: tener una ID de la biblioteca, me la sacaron y listo, ya tenia un carnet poco valido en la vida, solo en las bibliotecas de BCN.
El meollo del asunto es ver como un carnet tan simple podía ser tan funcional en cuanto a diseño y sus elementos básicos: la tipografía oficial para todos los materiales impresos y la identidad visual es Myriad Pro y los escudos de armas; uno correspondiente a la diputación de Barcelona y el otro al ayuntamiento de L’Hospitalet se han mantenido por alrededor de un siglo y 40 años respectivamente con variaciones mínimas, para mi los componentes heráldicos siempre son distintivos en cada ciudad y le aportan valor, cosa que no logro entender porque en mi municipio cambian con cada gestión gubernamental, terrible.

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